Con todos ustedes... Miliki...

Como introducción deciros que Miliki es un Águila de Harris procedente de Perú y que, normalmente, para criar aves rapaces en cautividad se necesita que ocurran una serie de cosas…

1º Que el macho y la hembra se acepten.

2º Que entren en celo al mismo tiempo.

3º Que hagan el nido: una estructura cálida y compacta de ramas para que cobije a los huevos y los pollos.

4º La cópula (LÓGICAMENTE).

5º Que haya incubación por parte de l@s dos, hembra y macho.

6º Y que, cuando nazcan los pollos después de 35 días incubando, los críen.

Bueno, pues hasta el último punto todo fue bien, pero la mamá y el papá de Miliki son primerizos, nos explicamos: en mayo de 2010 pusieron tres huevos y nacieron, en julio de 2010, tres pollos… “que ilusión”… pero al segundo día vimos como uno ya había desaparecido y como se estaban comiendo a otro de ellos, así, quedando sólo uno, se lo quitamos, teniendo que criarlo a mano, es decir, pasó dos días en una incubadora y hubo que darle de comer cada tres horas (siendo ésta una rama de la historia que no nos interesa ahora).

Sabiendo esto, en la segunda puesta de otros tres huevos, que rompieron el cascarón en 10 de agosto 2010 (apuntad el cumpleaños para futuras felicitaciones) y por la mala experiencia anterior, les quitamos dos pollos, criándolos a mano; eso sí, se les dejó uno, pues lo suyo era que aprendieran a criarlo… pero otra vez la naturaleza mandó y a los tres días, cuando nos asomamos, no se veía al pollo… estaba en el suelo deshidratado y raquítico pues en sus escasos días de vida no había comido.

Lo metimos en la incubadora con sus dos hermanos, los cuales habían duplicado el peso y estaban preciosos, no parecían de la misma especie pues estos ya abrían el pico y comían muy bien.

Pero Miliki, como así le puso de nombre su papá adoptivo y Maestro Cetrero de la Escuela por unos amigos, que aseguraban que no viviría y que además parecía ser de distinta especie por el tamaño, pues mientras que a los quince días los otros dos pesaban 190 gramos, Miliki sólo pesaba 45 gramitos… pero esa quincena fue decisiva, el quería vivir… y su “papá” también quería que él viviera.

Fue mucho el sacrificio que hubo que hacer, pero con menos de dos meses de vida Miliki hizo su primera aparición en público en la Feria de la Vendimia en Rueda (Valladolid), dejando a todo el mundo, propios y extraños, asombrado.

Mientras que uno de sus hermanos se encuentra en el Parque Temático de la Naturaleza “Faunia” y el otro se trasladó a vivir a Lisboa, Miliki (tras debutar en la adaptación de “El Patito Feo” que llevamos a cabo en Valladolid el 23 de noviembre de 2010 con motivo de la celebración del Día de los Derechos de la Infancia) es uno de los mejores pájaros que tenemos en la Escuela de Circo Santiago Uno, agradecido y paciente, con capacidad para deleitar y embelesar a tod@s l@s, niñ@s y adult@s, que pueden disfrutar de sus vuelos rasos.

Miliki en la carpa de circo