Actuación en Valderrodrigo

Calentamos motores acelerando gradualmente con un número de percusión para dar entrada a la Escuela de Circo al completo. En esta ocasión, el muy particular Sr. Arcadio hizo los honores de presentarnos a través de su magia y su encanto personal, mientras que el maestro de cetrería hizo entrada en la plaza dando a conocer a tod@s l@s allí presentes sus valientes aves... así, de repente, se encontraban pájaros volando sobre cabezas y techos, luciendo orgullosos sus alas y su plumaje.

L@s niñ@s, sorprendid@s, nos siguieron hasta el Centro Cultural de la localidad con nuestro pasacalles... fue como si un conocido flautista hubiera llegado al pueblo...

Una vez allí, dimos comienzo a la actuación en sí. Hicimos gala de paciencia y saber estar porque el actuar en un escenario supone que el resto de l@s integrantes de la Escuela estamos escondid@s detrás de sus cortinas, así que es necesario tener bien interiorizada una de las primeras lecciones que aprendemos... y esto es algo tan "sencillo" como guardar mucho silencio.

Nuestr@s malabaristas, vestid@s de bufones, comenzaron de un modo sorprendentemente cómico su número... pero más sorprendente fue el número de breakdance porque el público se animó hasta el punto de que se acercó un niño para bailar con nosotr@s. Fue todo un éxito, el público le animaba con palmas y gritaban su nombre (estamos pensando seriamente ficharle pero todavía hay que negociar la cantidad de piruletas a compensar por actuación).

Tras la dosis diaria necesaria de capoeira, magia, y baile latino, la gente quedó contenta y fue muy agradecida... l@s más pequeñ@s se acercaban muy ilusionad@s para felicitarnos.

Alegres, con unos ricos heladitos pegados a  nuestras bocas y unos dulces en los bolsillos volvimos ayer a Salamanca.