Nuestra Escuela de Circo no para de asumir retos y
esta vez nos hemos atrevido con los más chiquitines del Colegio Calasanz.
El
grupo de jardín de infancia no salía de su asombro mientras entraba en el
gimnasio y veía a tantos seres extraños, gigantes y de colores que les
esperaban. Maravillados con las historias y los cachivaches de nuestro mago, pasaron
un rato de lo más divertido escuchando el sonido de un tren e imaginándolo,
subiendo una montaña, observando el vuelo de unos pájaros, riendo con la gatita
Bruja y jugueteando con una hormiguita que no paraba de dar vueltas.
Tuvimos
más de un llanto y caritas asustadas, pero nuestro experimentado cuenta cuentos
supo resolver diversas situaciones a toque de campanita y cariño.
Para acabar,
un fin de fiesta con globos y música en el que todos participaron y en el que
unos cuantos hasta se animaron a tocar los tambores.
Una gran experiencia que
nos enseña cuántos secretos del universo circense nos quedan por aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario