El miércoles pasado salimos de Santiago Uno hacia Muga de
Sayago, un pueblecito de la provincia de Zamora.
Esa mañana ya se respiraba un aire especial en la Casa
Escuela y todo el mundo tenía en la cabeza que por la tarde había actuación en
un sitio nuevo donde todo sería desconocido para tod@s menos nosotr@s mism@s.
Poquito antes de partir, todo el mundo se impacientaba pero
el camino se hizo corto y ameno ya que tod@s disfrutábamos de un día alejado de
la rutina; nada más llegar, a descargar
y a preparar escenario y personas (trajes y maquillaje) a contrarreloj
ya que si se perdía un minuto se nos haría tarde.
Los minutos previos a que el público comenzara a ocupar
sus asientos, cada uno liberaba sus tensiones como podía o sabía, algun@s haciendo
el “tonto” y de risas, otr@s ensayaban sus números para que todo saliera
perfecto y otr@s simplemente se sentaban y miraban o pensaban en lo que dentro
nada estaría a punto de comenzar.
En medio de todo esto se podían escuchar gritos típicos
como: ¡Qué nervios!, ¿Dónde están mis calcetines?, ¿Ha venido ya la gente?,…
Estábamos concentrad@s para que saliera la obra
perfecta y casi sin darnos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, empezando y con
todo el mundo pendiente, no podíamos fallar, ni a ell@s ni a nosotr@s mism@s.
Todo salió muy bien menos algún imprevisto, como un
apagón general de las luces que duró unos tres segundos y un problemilla con uno de los telones… aunque
el que merece la pena destacar es la caída de una bandeja llena de vasos
mágicos ya de camino al camerino… y
aunque nadie lo vio, justo fue cuando la sala estaba en silencio, con lo que todo
el mundo supo lo que había pasado dentro…
Los que estaban sentados en primera fila no pararon de
reírse durante toda la obra… no sabemos si llevaban pañales…
Al terminar la actuación, todo el público quería hablar
con l@s protagonistas llevado por la curiosidad del: ¿y cómo has hecho eso?, ¿es
difícil andar en zancos?, ¿de dónde salieron los leones?... Y preguntas
así, bueno y otras… ¿cómo se llama ese/a
chic@ guap@?... lo que a algun@ le sacó los colores ya que había ligado sin
darse cuenta…
Recogimos todos nuestros bártulos y artilugios sin que se
nos olvidara nada… creemos… y “satisfechos y contentos por el trabajo bien
hecho nos metimos una buena merienda pal pecho”.
Sobresaliente el gran compañerismo que hemos vivido demostrando
de lo que somos capaces… volvimos a sacar sonrisas a la gente e impresionar con
nuestras habilidades…
Pero no queda ahí la cosa… toca continuar entrenando y
practicando para la siguiente actuación pues queremos seguir mejorando para
dejarte impresionad@ si es que vas a vernos, porque si no, te perderías un gran
espectáculo, tú mism@, invitad@ estás.
Y ahí quedan algunas fotografías para que veáis como nos
lo pasamos… ¿alguien tiene más?