Ha molado. Esa es la conclusión. Menudo ambientazo que había
en el pueblo, ya lo querría más de un@ para su ciudad, la gente volcada, niñ@s
y grandes. No sabemos si todo el mundo en las Quilamas es así pero… ¡mejor no
podíamos empezar!
Nos hemos sentido como en nuestra carpa, bueno, como en
nuestra añorada carpa, que estamos de obras y ya no la tenemos tan a mano aunque
las instalaciones que están por llegar (de momento sólo se notan, sobre todo
cuando está la excavadora-taladradora pica que te pica) tienen muy buena pinta. Lo veremos, lo
comprobaremos y os lo contaremos.
Pero de verdad, ha estado genial, que acogida más buena, es
difícil expresar por escrito nuestro agradecimiento, en resumen, así da gusto.